“Lo único fijo es el cambio”. Con esta frase, Ariel Florencia Richards, la escritora chilena invitada al décimo festival literario Oiga Mire Lea 2024 ‘Otras vidas, otras voces’ explica parte de lo que puede significar el título de la novena ‘Inacabada’, presentada en este encuentro cultural que se desarrollará hasta el domingo en Cali, en la Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero.
Y es que su novela es una oda al movimiento y a la transición. Ariel Florencia, que nació en cuerpo de hombre y que se llamó Juan José, dice que cuando ejercía como periodista y andaba buscando su identidad, se encontró con un testimonio de una chica trans que la marcó. “Me dijo que ella no era trans sino que estaba transitando”, comentó en el conversatorio central de la noche del viernes 6 de agosto, sostenido con Giuseppe Caputo y Gloria Susana Esquivel.
La novela no puede considerarse una biografía, aunque Juana, el personaje principal, tiene mucho de Ariel Florencia. Y la madre de Juana también podría ser el reflejo de la madre de la autora. Entonces la historia circula alrededor de cómo contarle a la madre que ya no tiene un hijo sino una hija, como poder decirle dos palabras que pueden ser inofensivas, pero que cambian las vidas de las dos: ‘soy mujer’.
La escritora chilena explica que Juana no quería herir a la madre, solo quería decirle algo que es cierto, pero que le va a causar un duelo porque al dejar de ser hombre para ser mujer, viene la muerte del hijo. “El personaje se encuentra en una disyuntiva, si dice la verdad y provoca dolor a su madre o si se lo guarda y se ahorra el dolor. Porque su madre es el ser humano que más quiere en el mundo y le quiere ahorrar el dolor, pero se encuentra que tampoco quiere conservar una mentira, esa de ser hombre cuando se es una mujer”, dijo.
Pero como ‘Inacabada’ es una novela sobre el tránsito, explica Ariel Florencia que el pasaporte de la transformación es el dolor, pero el dolor no es definitivo, es transitorio.
Los espacios físicos en los que se desarrollan la novela también son de tránsito, como el avión, el tren, el metro, el mar que permite no tener los pies en la tierra. Igual pasa con el tiempo, cuando las escenas para contarle a la madre sobre su tránsito se desarrollan en un viaje. Para la autora, el tránsito es antimonumental, y se debe entender a Juana como un ave de paso, no como un monumento.
En la novela hay una historia dolorosa alrededor del suicidio del padre y del abuelo de Juana, que a los 40 años se suicidan. “Juana transforma la muerte en el renacimiento a esa edad, escapando del mandato masculino de morir”, explicó Richards.
La escritora comenta que cuando fue hombre hizo cosas interesantes, entre ellas escribir un libro. “Fui amado y lo honro”, aseguró.
Y contó que cuando su mamá estuvo embarazada de ella, siempre pensó que sería una mujer y pensó que me llamaría Florencia, por eso lo adoptó como segundo nombre. Ariel se lo debe a la sirenita de Disney, de la que dice que también se transformó en nombre del amor.
No te pierdas este sábado y domingo 7 y 8 de septiembre
42 actividades en los dos últimos días, 39 de las cuales tendrán lugar en las diferentes salas de la Biblioteca Departamental relacionadas con presentación de series animadas, conversatorios sobre libros, shows musicales como el del Grupo Bandola, el sábado a las 8:00 p.m. y de Tu Rockcito, a las 4:00 p.m. del domingo. El cierre estará a cargo del escritor colombiano William Ospina, a las 6:30 p.m.
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